Hablemos
El tiempo es corto
La vida es un reloj de arena y los granos caen y caen.
Ella es tímida, muy tímida.
Él es introvertido, muy introvertido.
Él la quiere a ella y no se atreve a decírselo.
Ella le quiere a él y no sabe cómo explicárselo.
Los dos pasan 1.582 días pensando y pensando. Mirándose de refilón. Sin hablar del tema. Pensando que el otro no va a corresponder.
Un día él se atreve a decirle a ella en un tono muy bajo, casi inaudible:
– Creo que te quiero.
Mientras él mira al vacío, temiendo la respuesta, ella, nerviosa, no calibra el tono y casi grita.
– Yo sé que te quiero.
Y en los rostros de ambos se dibuja una enorme sonrisa.
Este es el relato de cómo los falsos temores de él y de ella restaron 1.582 días a su historia de amor.
Mueve el viento
las hojas que en primavera florecían
Enseguida llegará el invierno
¡Cuántos han pasado esos días y más sin atreverse a decirlo! Mejor pasar un minuto de vergüenza que una vida de arrepentimiento.
Saludos.