Duermes
hombre grande
La luna se desvela
y vigila el compás de tu aliento
en la madrugada de mis versos.
Descansan tus manos
del vértigo del tiempo
tras librar batallas de viento
en las olas de mi cuerpo.
Duermes
en el atardecer de heridas
de cristales y lamentos
Pero el amanecer nos aguarda
hombre,
grande,
de la talla de mis besos.
Duermes y te siento
niño / muchacho / hombre / anciano
Y en tus edades te quiero
vestido de sábanas blancas
en la claridad de la luna
esperándome
en las orillas del sueño.