Atrapar las estrellas fugaces que atraviesan tu rostro
quiero
esas que cuelgan, sutiles, de los hilos de tu barba
e iluminan mares y nieblas en tu mirada.
Esas que siembran la noche de caminos y vericuetos
que van desde la luna de una sonrisa
hasta el amanecer dibujado en los pliegues de tu frente.
Quiero acariciar su luz
suave, rotunda
Pero no sé cómo alzar la mano
cómo dibujar el movimiento perfecto
para evitar la huida de esas minúsculas gotas de luz
y no dejar a oscuras
las aceras desiertas de nuestras noches.
Disfrutando tu poesía el domingo tarde
Muchas gracias, Edu. Me he acordado de ti viendo «La violación de Lucrecia». Gran dirección de Miguel del Arco. Ya hablaremos. Un abrazo!