Caminamos. Conversamos. El Malecón de La Habana se alarga al ritmo de nuestros pasos, nuestras paradas. Hablamos de esto y de aquello. De lo esencial. De lo trivial. De cine y de vida. Hace un rato he recibido la noticia, Ovidio. Y he vuelto a aquellos días de rodaje y locura en tu ciudad, que …