Las manos recorren el teclado y acarician notas de música de cine. El piano es el centro de un escenario iluminado con sobriedad, el eje del universo de 250 personas que escuchan con intensa atención una versión de la música de “El Padrino”.
No sé tocar el piano.
El pianista, con gesto concentrado, consigue con el baile de sus dedos expandir luz sonora. Una ola de relajación inunda la sala.
La música ilumina.
“As time goes by” puede volver a emocionarte, incluso habiendo oído antes esta canción en cinco mil ocasiones y en cien versiones diferentes.
No sé tocar el piano y probablemente no aprenda nunca a hacerlo. Quizás madurar es, en parte, ser consciente de lo que ya no harás.
No sé cocinar e igual aprendo.
No sé nada sobre fútbol y a lo mejor un día puedo llegar a entender este juego.
No sé tocar el piano y, sin embargo, la posibilidad de aprender a ejecutar unas notas es remota.
Pero hay que dejarse llevar por la experiencia increíble de sentir el tacto de otros en el teclado interpretando la música, evocando melodías que nos trasladan a pensamientos y mundos interiores fantásticos. Es maravilloso ser oyente/espectador de una gran diversidad de músicas. Y por supuesto, de la música de cine.
Esta tarde, emocionante concierto final del 5º Encuentro de Cine y Música de la Comunidad de Madrid. Deleitándonos con versiones de música para el cine excepcionales. Disfrutando de nuestra condición de espectadores.
No sé tocar el piano pero después de irse el público, en la oscuridad de la sala, el piano era una tentación.
Bonita la cadencia de la frase ‘leit motiv’.
Saludos.