Málaga, esos veranos de la infancia, infinitos, llenos de mar, de idas y venidas por las calles de Mijas, de juegos y lecturas, de amistades crecidas al sol.
Málaga es pasado y presente. Cada año regreso a la ciudad varias veces y vuelvo a disfrutar de las calles de Mijas, ese pueblo blanco y verde monte, que se mantiene a la vez que cambia.
El Festival de Cine suele ser la primera cita anual que luego continúa con otras que tienen que ver con el descanso, con el arte, con amigos y paseos orillas, calles y cuestas. También con la escritura. Una parte de los relatos que contiene nuestro libro Amores mínimos ha sido pensado y escrito en Mijas. Son los que conectan con personajes que se mueven en entornos fantásticos, como La mujer que no tenía corazón.
Este viernes 31 de octubre regreso a Málaga a presentar Amores mínimos en la librería Isla Negra, a las 19.30, y ya podéis entender por qué este encuentro me alegra tanto. Acompañada por Ana Rubio, guionista y periodista, pero sobre todo amiga, será estupendo recorrer los territorios del libro y de la creación, desde la escritura, el cine o la fotografía. Si estáis por allí, os esperamos.

