Quizás era demasiado pronto
O el tiempo había consumido cualquier posibilidad, quizás
No sabía
medir los gestos
Aguantar
la palabra
Ahuyentar
la tentación del abrazo
No sabía
Quizás
era su palabra
No sabía leer tiempos ni relojes
aunque dibujaba minutos
flotando entre estrellas
esas que, por cientos,
lucían airosas
en un pedazo de cielo
justo a la derecha
de la esquina añil de su tejado
Quizás, él
Quizás, atraviese el camino
Quizás, tras esa nube
Quizás, la tormenta
O un sol
amarillo
grande
iluminando el sendero
Quizás, él
bailando entre las gaviotas
Quizás, él con ella
bailando
entre la luna y el tiempo
Quizás
Gracias Pilar el mejor paréntesis en el día de hoy, gracias por estos instantes.
Enrique, a ti por leer el blog. Un fuerte abrazo.